Las dos R de la felicidad en el trabajo: Resultados y Relaciones.
En su excelente libro “happy hour is 9 to 5”, Alexander Kjerluf afirma que las dos cosas que mayor peso tienen a la hora de hacernos felices en el trabajo son nuestros resultados y nuestras relaciones con otras personas.
Si bien yo creo que hay otras cosas importantes como usar nuestras fortalezas, ver utilidad y sentido en lo que hacemos, aprender y crecer está claro que nuestros resultados y nuestras relaciones en el trabajo juegan un papel importantísimo en nuestra felicidad laboral.
A todos nos encanta hacer un buen trabajo y ver que lo que hacemos tiene un impacto y es útil para nuestros clientes, compañeros, jefes. A todos nos gusta sentirnos buenos y competentes en lo que hacemos.
El 99.9% de las empresas, managers y empleados de este mundo están mucho más enfocados en los resultados que en las relaciones humanas en el trabajo. Sin embargo, el tener relaciones positivas con las personas con las que trabajamos es igual o más importante para ser felices en el trabajo.
La necesidad de pertenencia, de aceptación y de ser amados es segunda en orden de importancia dentro de la pirámide de necesidades de Maslow, sólo por detrás de las necesidades relacionadas con la superviciencia (comida, sueño). Cuando tomamos consciencia de que en nuestras vidas vamos a pasar más tiempo con nuestros compañeros de trabajo, jefes y clientes que con nuestras familias y amigos, entendemos la importancia de las relaciones positivas en el trabajo.
El tener buenas relaciones con nuestros compañeros, clientes, jefes no ocurre por casualidad. Las relaciones requieren atención y tiempo. Muchas personas están tan centradas en los resultados que apenas dedican tiempo a estas relaciones en el trabajo. La consecuencia es que las relaciones se deterioran y eso influye negativamente en los resultados. ¡Paradójicamente el centrase demasiado en los resultados puede en muchos casos ser contraproducente para los resultados!
¿cómo podemos fomentar el tener relaciones positivas, sentirnos bien y felices con las personas con las que trabajamos?
Ahí van algunos consejos que sugiere en su libro “Happy hour is 9 to 5” Alexander Kjerluf…
1. Realiza actos de amabilidad inesperados hacia tus compañeros
La mejor manera de hacerte feliz en el trabajo es hacer a los demás felices:
Hacer a otros felices te hace sentir bien
La felicidad es contagiosa. Cuanta más gente a a tu alrededor esté feliz, más fácil será que tú también lo estés.
El realizar actos de amabilidad inesperados es una forma fácil y sencilla de alegrar el día, aunque sólo sea un poco, a las personas con las que trabajas. Estos son sólo algunos ejemplos de los miles de cosas que puedes hacer…
Traer un café o un dulce a alguien sin que nos lo pida.
Dejar un mensaje simpático o afectuoso en un post it en su mesa u ordenador.
Ofrecerse a ayudar con el trabajo de un compañero.
Interesarse por un compañero, por su vida, por su fin de semana…
Dejarle a un compañero una flor en su mesa.
2. Saluda personalmente a tus compañeros al llegar y despídete al marcharte
“Mi empresa se mudó hacer un par de años. Cuando llegué al nuevo edificio me encontré con un guardia de seguridad que me miraba con cara de pocos amigos. Le dije buenos días y subí al ascensor. Al día siguiente planeé un experimento para ver cómo una sonrisa podría cambiar su reacción. Cuando entré en el edificio le miré y le deseé buenos días con una sincera y grande sonrisa. Realmente se lo deseé, no era fingida. Esto le hizo esbozar una tímida sonrisa en su cara. Me deseó también un buen día. He estado haciendo este “experimento de la gran sonrisa” cada día desde entonces. Cada día, entro en el edificio diciendo “buenos días!! con una gran sonrisa, y esto me hace empezar el día con una sonrisa también en mi corazón. Mi relación con el guardia es muy buena. Hablamos un poco cada día y eso hace mi día, y espero que el suyo, un poco más agradable. EL resultado ha sido tan bueno que he extendido esta práctica al resto de mi vida e intento dar grandes y sinceras sonrisas a todas las nuevas personas que conozco.”
Cuando comencé a trabajar en Francia la cosa que más me sorprendió fue que todo el mundo al llegar al trabajo se tomaba el tiempo de saludar uno a uno a todos los compañeros del equipo, planta.
Al principio esta costumbre me chocaba un poco, pero he de confesar que cuando volví a España después de pasar 6 años allí la eché mucho en falta en mi oficina. Esta cosa tan tonta y tan sencilla supone una gran diferencia en las relaciones en la oficina, hace que la gente se sienta más conectada. Es una excusa para intercambiar algunas palabras cada día con tus compañeros, intercambiar una mirada, una sonrisa…
Si te decides a saludar hazlo bien. Es importante mirar a los ojos y ser positivo (sonreir, decir algo alegre…).
3. Interésate por las personas con las que trabajas como personas
“El mejor jefe que tuve fue una mujer que se llamaba Linda”, cuenta Mary, secretaria en una gran empresa de telecomunicaciones escandinava. “No sólo era nuestro departamento el más divertido y eficiente, sino que por otro lado siempre el manager mejor valorado por sus empleados año tras año”. “¿Cómo la hacía? Muy sencillo: se interesaba por nosotros. Nos conocía no sólo como empleados sino como seres humanos. No sólo conocía nuestros hobbies, hijos, familia y vidas, realmente se preocupaba por nosotros como personas.”
Si sólo hablas con las personas que trabajas de trabajo es difícil que llegues a tener una relación amigable y de confianza con ellas.
Pregúntales sobre sus vidas, sus familias, sus hobbies. Interésate por ellas. Que vean que te importan como seres humanos, no como una manera de conseguir tus objetivos en el trabajo.
Conoce a la gente con la que trabajas (no hace falta ser el amigo íntimo de cada uno de tus compañeros). Tener relaciones positivas en el trabajo es uno de los factores más importantes para asegurar la felicidad en el trabajo.